viernes, 9 de marzo de 2018

Excursión 392: Cruz de Tejeda - Roque Nublo

FICHA TÉCNICA
Inicio: Cruz de Tejeda
Final: 
Roque Nublo
Tiempo: 4 a 5 horas
Distancia:  13 Km
Desnivel [+]: 571 m
Desnivel [--]: 503 m
Tipo: Sólo ida
Dificultad: Media
Pozas y agua: Sí
Ciclable: No
Valoración: 5+
Participantes: 34

MAPAS
* Mapas de localización y 3D de la ruta





















PERFIL
* Perfil, alturas y distancias de la ruta














TRACK
Track de la ruta (archivo gpx)

PANORÁMICA 3D GOOGLE EARTH
Mapa 3D (archivo kmz)

RUTA EN WIKILOC
Ver esta ruta en Wikiloc

RESUMEN
Nuestra primera ruta por la Isla de Gran Canaria y para empezar a ambientarnos (aplatanarnos), salimos media hora tarde, nuestra guagua  y el primer grupo a recoger, no se reconocen en el parque de Santa Catalina y después de llamadas de comprobación, al fin consiguen entenderse y llegar a por resto del grupo.

Salimos hacia la Cruz de Tejeda, pero ya nada más salir, el tamaño del autobús y la anchura de las curvas de las carreteras parecían no ser compatibles en sus dimensiones, pero nuestro chófer, Guillermo, nos demostró su pericia desde la primera curva.

Llegamos por autopista hasta Santa Brigida, precioso pueblo, situado en el barranco de su mismo nombre, donde las casas, blancas, amarillas y un sinfín de tonalidades ocres, nacen de una tierra volcánica rodeadas de palmeras, cactus, dragos y demás frondosa vegetación, como cualquier valle gallego.

El tiempo nos acompaña y el cielo despejado y ventoso, nos permite ir observado con una claridad tropical, todo el barranco en su sinuoso ascenso hacia San Mateo, donde podría decirse que cual pueblo gallego cultiva las papas, berros, frutas y demás hortalizas obtenidas de su verde y productiva vega, aprovechando el clima tropical y la fértil tierra volcánica.

Después de mil curvas, llegamos a la Cruz de Tejeda, corazón de la isla. Aparcamos nuestro autocar y sin perder un minuto comenzamos la ruta con una inicial subida prolongada y rodeada por los restos quemados del último incendio que ocurrió el pasado verano. Podemos ver externamente quemados el pino canario, el único que resiste los incendios y que volverá a reverdecer en poco tiempo.

Alcanzamos rápidamente al primer mirador de la Degollada de Becerra, desde donde se puede ver el más famoso horizonte de la isla, toda la caldera de Tejeda, con el pueblo y sus barrios salpicados de blancas casas al fondo, no de lejanía, sino de profundidad. Tejeda está considerado  uno de los pueblos más bonitos de España.

La postal que tenemos delante nos deja observar, el Roque Nublo (1811 mts), como testigo  expectante del más antiguo volcán que fue el centro de la isla.

“Es como una tremenda conmoción de las entrañas de la tierra, parece todo ello una tempestad fosilizada, pero también una tormenta de fuego, de lava, más que de agua.”  Miguel de Unamuno.

Hacia la derecha al lado de la plataforma el rostro de una mujer tendida que mira al cielo y la caída de su cabellera recreando el Risco de la Folguera. Al fondo el lugar sagrado de los antiguos aborígenes de la isla, (los canarii) al que llamaban Bentaica (el que sostiene)  hoy  llamado Roque Bentayga . Completamos la postal con Altavista, Montaña del Brezo, Artenara, Tamadaba y Los Moriscos entre otros. Inevitable dejar guardado en mil fotos semejante paisaje, que nos iría acompañando a lo largo de toda la ruta.

Recuperados de este primer impacto visual seguimos caminando hasta llegar a los Llanos de la Pez, llamado así por la explotación que se hacía de la resina del pino para el calafateo de los barcos. Sorprende observar estas llanuras y ver numerosos arroyos y charcos, con sus claras aguas procedentes de las lluvias de las últimas semanas, donde tres borrascas seguidas barrieron las islas afortunadas. Pasamos por la zona de El Garañon, Centro de Alojamiento y actividades deportivas en el medio ambiente, y por fin  celebramos el “ángelus” con un frugal tentempié mojado por  la correspondiente bota.

La vegetación que domina el entorno es un joven pinar de repoblación con pino canario, que convive con especies como jaras, jarones, escobones, etc y con especies de matorral como retamas, codesos, salvias y tomillos.

Continuamos nuestro camino, dejando atrás la zona de acampada Bailico y la presa de los Hornos a nuestra derecha, llegando tras ascender un tramo del camino de la plata, a otro impresionante mirador, un despejado paraje denominado El Montañón,   desde el que se podía ver en un circulo de 360º prácticamente toda la isla. Al norte, desde donde habíamos partido, el parador de la Cruz de Tejeda, al Este el Pico de las nieves (1949 mts), el más alto de toda la isla, las antenas de Montaña la Gorra, el pico Campanario, inmensos barrancos con las Presa de Chira,  Presa de Soria, Presa de las Niñas, y hasta la Presa del Mulato, deteniendo y embalsando el preciado liquido en su atormentado y frenético camino hacia el mar y al Oeste, el impresionante Roque Nublo (1762 mts) que emerge como rey y señor, cuarto pico más alto de la isla, después de El Montañón, dominando la caldera de Tejeda.  A lo  lejos, creímos adivinar el perfil del Teide, después de un tranquilo mar azul que le separaba de nuestra isla.

El espectáculo  era impresionante a los cuatro puntos cardinales, sin ser capaces de elegir cual era el mas bello. Nos hicimos nuestra primera foto de grupo con el Roque Nublo al fondo.

Recuperamos el aliento y empezamos una bajada pedregosa y delicada, hacia el aparcamiento de la Goleta, punto de inicio de la ascensión al Roque Nublo, las fuerzas ya andaban escasas en algunos pero el esfuerzo merecía la pena.  Nada más iniciar el sendero de ascenso, pudimos observar  múltiples muestras de la vegetación de la isla, tales como la salvia blanca, el alhelí de cumbre, el tajinaste, el matorrisco, etc. Y nos sorprendió un hermoso y original reloj de luz (que no de sol, ni de sombra, latir del tiempo en Gran Canaria), en el que el rayo de luz que se formaba entre dos placas metálicas nos indicaba la hora exacta (solar).

Seguimos subiendo y  pasamos al lado de una formación rocosa llamada el fraile, y un poco mas adelante , cuando ya algunos pensaban ”hasta aquí he llegado” aparece una gran explanada tal mar petrificado de lava, en cuyo fondo aparecía  la impresionante mole del gran Roque Nublo,  con la rana (tremenda imaginación), a su izquierda.

“Imponente monolito, formación traquito-fonolitica (material volcánico, producto de las erupciones mas violentas y explosivas), con su altura de 67 mts. resaltado por la erosión y de gran valor simbólico para los habitantes de la isla. Fue objeto de culto por parte de la población prehispánica, formando parte de los espacios sagrados, probablemente como hito de alineaciones astronómicas que determinarían su calendario agrícola y cultural.”  Para los actuales grancanarios y visitantes ha sido y es un lugar de visita obligada.

Ya no hacían falta fuerzas para cruzar la explanada, la magia y majestuosidad del lugar nos empujaba y atraía hacia la gran roca.  “ El Roque Nublo tiene su origen en un periodo comprendido entre 5,3 y 3,4 millones de años, cuando se generó un gigantesco estrato-volcán en el epicentro de la isla. “ Fue escalado por primera vez  en 1932 por una expedición alemana.

No hacían falta mas fuerzas, ya estábamos allí y podíamos tocarlo, de las vistas no digo nada al ser inenarrables. Otras mil fotos robadas al lugar nos dejaban sin Gigas. Y allí si vino la gran foto de grupo, al amparo y abrazados por la gran roca. En este momento fue en el que todos nos sentimos de verdad sendero-MAGOS.

Y esto lo notamos al bajar al aparcamiento, pues la visión del autobús esperándonos nos hizo volar  más que andar.  El regreso hasta San Mateo, donde comimos al lado del Mercado, se nos hizo corto. El menú, basado en alimentos autóctonos, ropa vieja, queso de cabra, papas con mojo, tacos de pescado, gofio canario, potaje de berros etc., fue tan abundante que de todas las calorías gastados en la marcha recuperamos el 120%.

El cansancio hizo mella en nosotros y el viaje hasta el hotel fue anodino. No puedo terminar este relato sin hacer mención específica y honorifica a nuestros amigos senderistas canarios: Carlos, Pepe, Adrián y Alicia, puesto que sin ellos y su inmejorable logística no hubiese sido posible pasar tan memorable día.
Aunque la clasificación máxima es de 5 sicarias, yo haría una excepción y le daría 5,5.
Julián Suela

FOTO REPORTAJES

No hay comentarios:

Publicar un comentario