miércoles, 8 de mayo de 2024

Excursión 774: Los cambroños en flor de Los Molinos

FICHA TÉCNICA
Inicio: Los Molinos
Final: Los Molinos
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 14,7 Km 
Desnivel [+]: 523 m 
Desnivel [--]: 523 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: En parte
Valoración: 
Participantes: 30

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* Mapas de localización y 3D de la ruta

















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Esteban Fernández

miércoles, 1 de mayo de 2024

Excursión 772: Silla del Rey desde la Granja de San Ildefonso

FICHA TÉCNICA
Inicio: La Granja de San Ildefonso 
Final: La Granja de San Ildefonso
Tiempo: 5 a 6 horas
Distancia: 12,8 Km 
Desnivel [+]: 605 m 
Desnivel [--]: 605 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 5
Participantes: 22

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RESUMEN
Convocados por Antonio, nos reunimos en el punto de encuentro, en la Urbanización del Caserío de Urgel, en la Granja de San Ildefonso, para iniciar la ruta de este miércoles, día de los Trabajadores.

Hace mucho frío y estaba nevando en el Puerto de Navacerrada. Pero, claro, estamos en Mayo y esto no puede durar; seguro que en una horita queda un día estupendo, pensábamos los senderomagos.

Después de los consabidos saludos, iniciamos la ruta guiados por Carlos R., con una subida bastante empinada junto a la tapia del Palacio.

Llegamos a la pequeña explanada de El Esquinazo y nos desviamos un poco para ver la Cabaña del Pastor, probablemente la cabaña mejor conservada de la Sierra. Tan bien conservada que hay quien quería quedar allí para una partida de mus.

Continuamos nuestro camino por un sendero muy bonito, hasta llegar a un puente de madera sobre el arroyo del Morete. Seguimos por el sendero (ya conocido por el GMSMA, pues la excursión 527 transitó en parte por él) y viendo curiosidades, como un árbol con una inscripción sobre un Cristo (Soy Camino, verdad y vida) a quien nuestro famoso DJ, le dedica una preciosa saeta.

El sendero era precioso, muy entretenido por tener que ir sorteando árboles que lo cruzaba, pero el entorno era espectacular: árboles nevados, flores primaverales, sonido del agua, una delicia. 

El tiempo continuaba frío, cero grados o incluso menos. Empezó a nevar. Dejó de nevar pero empezó a granizar. Deja de granizar pero empezó a llover. Deja de llover y sale el sol. Arroyos y más arroyos, ríos repletos de agua.

Finalmente llegamos a un ancho camino forestal, llamado de Majalapeña, donde en un puente sobre el arroyo de los Carneros, paramos para tomar el aperitivo, a la hora del Ángelus.

Tras el descanso, emprendemos la marcha para dirigirnos a la Silla del Rey. Hay dos opciones: Continuar por la cómoda pista forestal o por un sendero empinado y en mal estado, pero más corto. Sin que sirva de precedente y, quizá influenciados por el frío, se elige el camino ancho y más largo.

A los trescientos metros, dejamos la pista y seguíamos por un sendero que sale a la derecha, cruza un puente de madera el arroyo de los Carneros y pasa junto a una bonita lagunilla. En constante, pero cómoda subida, alcanzamos la explanada del Collado del Corzo.

En la que había un montón de pinos cortados y almacenados. 

Desde allí subimos enseguida a la cima donde se encuentra la Silla del Rey, en el vetusto trono de granito reza la inscripción: "El 23 de agosto de 1848 se sentó S. M. Don Francisco de Asís de Borbón".

Paz había preparado una interesante descripción de la historia de esta singular silla, y Marcos H., gran amante de la Historia y de sus curiosidades, nos ilustró con una improvisada charla, que transcribo libremente a continuación:

Francisco de Asís I
era el marido de Isabel II, que era la hija de Fernando VII, el indigno Rey que tuvimos. Isabel fue Reina de casualidad apenas tenía dos años cuando se murió su padre y su hermano Carlos aspiraba al trono. Este largo conflicto sucesorio provocó las guerras carlistas.

Cuando Isabel II se hizo mayor había que casarla pero no encontraban marido para ello y al final decidieron unirla, a sus 17 años, con su doble primo hermano Francisco de Asís de Borbón, duque de Cádiz, ya que tanto sus respectivos padres, el infante Francisco de Paula y el rey Fernando VII, eran hermanos, como sus madres, Luisa Carlota y María Cristina.

Francisco no tenía relación alguna con la nobleza europea, aspecto que se consideró oportuno para evitar conflictos.

Dicen que ella era ninfómana y Francisco homosexual … hacían una pareja perfecta: Isabel comentaba que Francisco tenía más enaguas que ella. Francisco era frágil, débil y cuando los Reyes acudían a la Granja, no quería saber nada de Palacio y se iba al lugar de la Silla, donde se pasaba las horas muertas. Tenía un amante muy fiel, al contrario de la Reina, que tenía todos los amantes del mundo, casi todos militares.

Era apodado “Paquita Natillas” porque “meaba en cuclillas” jeje. Sin ser buena reina, en su época España se modernizó notablemente, se desarrolló el ferrocarril  y se construyeron numerosas carreteras, así como el Canal de Isabel II.

Cuando Prim, Serrano y otros los echaron dando paso a la Revolución Gloriosa de 1868, se fueron a Francia, se separaron y, desde entonces, fueron muy buenos amigos. Isabel II tuvo 12 hijos (dicen que ninguno de Francisco de Asís) de los que 7 murieron siendo niños. Uno de los que sobrevivieron fue Alfonso XII (en cualquier caso fue reconocido como hijo por Francisco)

Después de las obligatorias fotos sentados en la silla, descendimos hacia el Moño de la Tía Andrea, montículo con vistas espectaculares situado unas decenas de metros por debajo de Silla: Podemos divisar La Granja y su Palacio, Segovia, el embalse del Pontón Alto y Ancha es Castilla.

El tiempo sigue en su tónica: nubes, sol, lluvia, nieve y granizo, alternando armoniosamente.

La bajada desde la Silla del Rey hasta el Moño del a Andrea nunca la había hecho el GMSMA anteriormente, a pesar de haber estado en la Silla en varias ocasiones.

Desde tan singular montículo, comenzamos el descenso de nuevo al Collado del Corzo y luego por un precioso camino entre árboles nevados, fuentes (de los Neveros y la de las Tres Varas), puentes y arroyos con mucha agua.

A las dos, paramos a comer en una explanada situada curiosamente justo sobre el túnel del AVE de Madrid a Segovia. Sale el Sol un rato, como para desearnos “buen provecho”.

Seguimos el descenso y observamos las acequias realizadas para alimentar los embalses que suministran agua a las fuentes de los jardines de La Granja. Este año repletas de agua. 

Tras cruzar la acequia, llegamos a la fuente de la Plata, junto a la tapia del Palacio que bordeamos, dejando los jardines y la Puerta de Cosio a nuestra derecha.

Más adelante pudimos observar el aliviadero del embalse de las fuentes, que este año esta lleno y como ahora no funcionan las fuentes de los jardines, necesita expulsar el agua sobrante.

Por el Paseo de la Faisanera llegamos a la puerta de Segovia de la Granja y, callejeando, proseguimos hasta los coches. Antes de partir y con un sol radiante, nos tomamos una estupenda empanada, que trajo Nico, hecha por su mujer en pago de no sé que deuda.

De regreso a Madrid, por el Puerto de Navacerrada, una copiosa nevada nos despedía y nos volvía a recordad lo duro que estaba trabajando el tiempo en el día de los trabajadores

La excelente jornada se completó con la noticia de que los Senderomagos de Alcalá habían realizado una excursión en paralelo, con un tiempo excelente a la que se unió Paco C., de lo que todos nos alegramos mucho

En resumen una excursión excelente y sorprendente, donde hemos disfrutado en unas cuatro horas de las cuatro estaciones, donde hemos visto nevar y granizar en el mes de Mayo y donde hemos escuchado historias interesantes y curiosas. Por todo ello, le doy sin dudarlo 5 sicarios.
Miguel Ángel Latorre

VÍDEOS

miércoles, 24 de abril de 2024

Excursión 771: Cerro del Pendón desde Miraflores

FICHA TÉCNICA
Inicio: Miraflores de la Sierra
Final: Miraflores de la Sierra
Tiempo: 6 a 7 horas
Distancia: 17,3 Km 
Desnivel [+]: 773 m 
Desnivel [--]: 773 m
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Pozas/Agua: No/Sí
Ciclable: No
Valoración: 4,5
Participantes: 15

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RESUMEN
La excursión de hoy daba comienzo en la estación de Miraflores de la Sierra, situada en la línea Madrid-Burgos, donde paraban los trenes regionales de esta línea hasta 1993.

Tras la eliminación de estos trenes, la estación quedó sin servicio de viajeros. Tras el derrumbe en el túnel de Somosierra en 2011, no circulan servicios ferroviarios por este tramo.

La ruta había sido propuesta por Carlos R. y catorce senderomagos nos dimos cita a las 10:30. En el último momento se acercó Ricardo F., invitado por Carlos, para gran alegría de muchos de los integrantes de la excursión, ya que se trata de un excompañero de Telefónica. Además, este hecho propició que se rompiera el empate a favor de los telefónicos, siendo esta vez mayoría. Empezamos la caminata paralelos a las vías del tren, pasando por el viaducto sobre el arroyo del Valle.

En este primer tramo aprovechamos para saludar a los compañeros y ponernos al día, hoy con mayor motivo ya que nos acompaña por primera vez desde hace un montón de meses Esteban, un querido amigo que sufrió un percance en Pirineos el año pasado y del que ya se encuentra totalmente recuperado ¡Bienvenido de nuevo!

El camino deja las vías ocultándose en un túnel y sigue por una pista forestal, que abandonamos para empezar el ascenso hacia El Hornillo.

Continuamos por la senda que asciende por la Cuesta del Chorrillo entre jaras, muchas de ellas en flor, cruzamos el arroyo de Navacerrada, dejándolo a nuestra izquierda, y al fondo, Cabeza Arcón.

De vez en cuando vamos parando para descansar y aprovechamos para disfrutar de las magníficas vistas que tenemos hoy, entre montañas y una densa vegetación.

Una panorámica de La Pedriza nos permite localizar, de izquierda a derecha: Los Fantasmas, el Collado de la Dehesilla, la Pared de Santillana, el Collado de La Ventana, el Cancho de la Herrada, La Esfinge y Las Torres. (Estudiarlo, que entra en el examen).

Sin prisa pero sin pausa, seguimos el ascenso y cuando llegamos a El Badén, hacemos el descanso para almorzar.

El sitio es realmente curioso, ya que se trata de una nava periglaciar (terreno llamo y sin árboles, a veces pantanoso, situado generalmente entre montañas, que ha sufrido los efectos del arrastre del hielo-deshielo).

Aquí es donde prácticamente nace el arroyo de Navacerrada, cuyo nombre hace referencia a su lugar de nacimiento, la nava cercada en la que nos encontramos. El recinto se encuentra vallado y con mucha hierba, por lo que deducimos que se usa para que pasten los animales.

Tras el breve descanso, afrontamos la parte dura del día, ya que la subida a El Pendón además de un considerable desnivel hay que hacerla por un sendero que apenas se distingue, ya que las jaras se han cerrado mucho en este tramo poco transitado.

La pericia de Carlos hace que sea más fácil de lo esperado, y rápidamente nos encarrila por un senderito que avanza sin problemas hacia la cumbre.

Parada para ver las vistas: Por encima de El Badén, a la izquierda La Perdiguera, El Cancho de El Reloj, Cabeza Arcón, el collado de los Tres Pasos, Cabeza de La Braña y el Cerro del Collado Abierto y el Cordal del Mondalindo. (Otra pregunta de examen). Más fácil de identificar para mí, La Najarra (aún con nieve) y el puerto de La Morcuera.

Como curiosidad el Cancho del Reloj es la Piedra del Mediodía para los Bustareños, porque antiguamente servía para saber la hora desde el Valle.

Llegamos por fin al Cerro de El Pendón (1.544 mts), donde las vistas merecían la foto de grupo, y también individuales, como ya es tradición, en el vértice geodésico que corona el cerro.

La panorámica 360° es espectacular, así que nos deleitamos un rato, reconociendo aquí y allá las distintas cumbres.

La temperatura era muy agradable, pero a estas horas el sol ya calienta así que la bajada entre pinos se agradece, y la subida hacia Cabeza Arcón, ni te cuento.

A mitad de la cuesta se abre un mirador natural sobre el valle. Desde este punto y hasta la cima, las rocas nos ofrecen formas caprichosas que invitan a fotografiarse con ellas.

Llegamos a Cabeza Arcón (1.557 mts), curioso macizo-isla cuya disposición le convierte en uno de los mejores miradores de las montañas que lo rodean: Sierras de La Cabrera, de La Morcuera, y las Cuerdas de la Cabeza y Vaqueriza. (Tercera pregunta de examen).

A sus pies aprovechamos para comer y tomar fuerzas para afrontar la parte final de la ruta: descubrir el secreto que esconde Peña Hueca.

De camino hacia allí, descendimos hacia la fuente del Mostajo, por un sendero es muy agradable. Estas fechas primaverales son muy agradecidas, ya que nos obsequia con flores que solo podemos ver en esta época del año: peonías, orquídeas silvestres, cantueso, margaritas… 

Al llegar a Prados Colladitos nos desviamos hacia la gran sorpresa del día.

Al llegar a Peña Hueca nos encontramos con una mole granítica formada por un conjunto de rocas dispuestas de tal manera que puedes introducirte en su interior. Pero ¡ojo!, la entrada no es sencilla de localizar.

En nuestro caso fue fácil porque llevábamos al maestro Carlos que nos indicó dónde estaba (y vosotros la podréis conocer si pasáis el examen).

Ahora sí que sí ya solo nos quedaba bajar; el primer tramo fue por un pinar, así que había que ir un poco atento a las piñas en el suelo, siempre tan traicioneras.

El último tramo discurrió paralelo al arroyo del Valle, que nos llevó de nuevo hasta el viaducto del principio de la ruta.

Antes de llegar a él, atravesamos el arroyo por un renovado puentecillo y tras ascender ligeramente por una senda alcanzamos de nuevo el trazado de las vías del tren y enseguida la estación de Miraflores, terminando así esta magnífica ruta, que califico con 4,5 sicarias ya que, citando a nuestro querido Paco C., la excursión perfecta no existe.

Las cervezas nos la tomamos en una terraza del bar Brindis de Miraflores, donde brindamos por el feliz final de esta bonita y exigente ruta.
Celia Marazuela Sanz

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